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Esta pajita especial pretende superar el hipo.

Un neurólogo estadounidense ha desarrollado una pajita única cuyo objetivo es detener el hipo. Una extraña iniciativa presentada en un estudio defectuoso, pero que, sin embargo, parece tener un efecto beneficioso.

El hipo es un reflejo, provocado por la estimulación en el esófago. Esto desencadenará contracciones espasmódicas de los músculos responsables de la inspiración. Luego sigue una constricción de la glotis, responsable del ruido característico. Pero si sabemos cómo comienza, a veces es más doloroso de lo que parece deshacerse de él. Hay muchos «métodos» más o menos sensibles que pretenden alcanzar este objetivo; poner un cubito de hielo en el ombligo, contener la respiración, beber un vaso de agua sin parar, comer un azúcar empapado en vinagre …

Pero en lugar de pasar por todos estos métodos con resultados muy variables, un neurólogo de la Universidad de Texas en San Antonio decidió desarrollar el suyo propio. Afi Seifi luego comenzó a hacer una pajita llamada HiccAway, diseñada para detener el hipo.

Después de la campaña de KickStarter que terminó con éxito el año pasado, el investigador hizo que 249 voluntarios probaran su pajita; publicado recientemente en JAMA Network Open el de este «estudio».

Una pajita «obstruida» para curar el hipo

Para detener el hipo, su idea es estimular simultáneamente un nervio craneal (el nervio vago) y uno de los nervios más importantes para la ventilación (el nervio frénico). Para hacer esto, el usuario simplemente tiene que sumergir la pajita HiccAway en un vaso de agua y luego aspirar normalmente.

Excepto que esta pajita tiene una válvula en el extremo; Por tanto, para aspirar el líquido es necesario proporcionar una fuerza de aspiración mayor que la de una pajita normal. Esta acción genera una presión negativa significativa en el pecho; se baja el diafragma, se cierra la epiglotis y se detiene el hipo. Al menos en teoría.

Para averiguarlo, probó su producto en 249 consumidores que aceptaron participar en el estudio. Les ofreció una especie de cuestionario de satisfacción. Esta retroalimentación suena muy bien: más del 90% de las personas encuestadas notaron que HiccAway parecía funcionar mejor para ellos que los llamados remedios de la «abuela».

Un «estudio» todavía inestable

El problema es que es muy difícil juzgar la verdadera eficacia del producto, porque el «estudio» proporcionado por Afi Seif no es realmente uno. No implica ninguna forma de aleatorización ni muestra de control. Para obtener datos reales habría sido necesario que un determinado número de participantes recibiera un HiccAway falso, sin efectos particulares, que actuara como placebo. Además, la escala utilizada por los evaluadores para evaluar el beneficio observado es completamente subjetiva. Pero el investigador es consciente de estos escollos que expresó explícitamente en la conclusión de su artículo. Por lo tanto, podemos esperar un nuevo estudio de él, con material estadístico sólido esta vez.

El texto del estudio está disponible aquí.

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