El uso de un reloj inteligente puede causar una gran ansiedad entre los usuarios con problemas cardíacos. Luego, un paciente realizó 916 ECG en un año.
Los relojes conectados, como el Apple Watch o el reciente Galaxy Watch 4 de Samsung, hacen más que solo decir la hora: también son clínicos en la muñeca, con un número cada vez mayor de sensores para medir las constantes corporales. . Y en personas con problemas de salud, puede causar ansiedad innecesaria.
Mejor educación del paciente
Lindsey Rosman, profesora asistente de la división de cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, describe a un paciente de 70 años diagnosticado con fibrilación auricular hace un año, una enfermedad cardíaca que causa latidos cardíacos irregulares. Desde entonces, ha tomado 916 ECG de su reloj inteligente, de hecho, cada vez que recibió una notificación inquietante sobre su condición cardíaca.
El investigador explica que los pacientes que tienen arritmias, palpitaciones cardíacas o latidos cardíacos irregulares acuden a la clínica con «montones de papel con los datos de su reloj inteligente». Por supuesto, esta es información útil para educar a los pacientes y tener una idea general de sus tendencias de salud. Pero para algunos pacientes, estos dispositivos pueden hacer más daño que bien, causando y perpetuando la ansiedad.
Lindsey Rosman y sus colegas también observaron que los pacientes se sienten preocupados por notificaciones inofensivas, como una frecuencia cardíaca elevada después del ejercicio o cuando un dispositivo indica que la medición ha fallado. Estos resultados pueden malinterpretarse, lo que hace que los usuarios utilicen los sensores del reloj con demasiada frecuencia, lo que alimenta las preocupaciones de los usuarios.
Por tanto, Rosman invita a los fabricantes de estos productos a colaborar con los profesionales sanitarios para formarse más en estas herramientas y la interpretación de los datos que producen.